Tan importante como la copa en la que se vierte el vino es la herramienta para descorchar la botella adecuadamente, ya que parece una acción muy sencilla pero en ocasiones no lo es tanto. Más de una vez habréis presenciado cómo al abrir la botella se parte el corcho o, simplemente, este no sale bien y deja restos que pueden estropear la degustación del vino. Y es que para descorchar una botella es recomendable seguir ciertos pasos para poder disfrutar de una buena copa de vino. Para ello, hay en el mercado una gran variedad de sacacorchos, de los cuales hablaremos a continuación.
Porque descorchar también puede ser un arte, y hay que hacerlo con tranquilidad, sin prisas y siempre con cuidado. Pero… ¿con cuántos tipos de mecanismos diferentes contamos para la extracción del corcho? Existen, hoy en día, muchos tipos en el mercado, de formas muy diversas y fabricados de materiales muy distintos entre ellos. Dependiendo del tipo de sacacorchos, el proceso de extracción del corcho es diferente, cada uno con sus ventajas e inconvenientes:
- De alas
- Este es el más habitual en la mayoría de hogares españoles. Por su forma, su uso está extendido entre aquellas personas que necesitan un punto de apoyo desde el comienzo. Permite abrir una botella sin necesidad de tener mucha fuerza.
- En forma de T
- Estamos ante el de diseño más simple, un asa y una hélice. Puede ser difícil de utilizar para algunas personas, ya que no tiene ningún punto de apoyo y se debe hacer la extracción a base de fuerza. Hacen multitud de diseños atractivos con este tipo de descorchador.
- De rosca
- Consta de una caperuza que se introduce en el cuello de la botella con una manivela superior giratoria. Es ideal para los principiantes, ya que su uso es muy sencillo. Solo hay que girar la pieza superior en la misma dirección hasta que el corcho salga de la botella. Se trata de un descorchador de uso muy sencillo y práctico, pero ocupa más espacio y tiene un elevado precio en comparación con otros.
- De dos tiempos
- Este tipo de abridor es uno de los más frecuentes entre profesionales debido a su precisión. Son necesarios dos pasos de apoyo para poder abrir la botella. Su tamaño es pequeño y, además, suele venir equipado con un pequeño cortacápsulas. Estamos, por lo tanto, ante una herramienta de un uso muy preciso.
- De palanca
- Con este mecanismo el corcho se extrae con mucha facilidad y sin romperse. Hay que colocarlo alrededor del cuello de la botella y accionar la palanca hacia abajo para introducir la espiral y hacia arriba para sacar el corcho. Resulta muy útil para principiantes pero ocupa demasiado despacio.
- De láminas
- Permite sacar el corcho sin dañarlo, pero es el abridor más complejo de todos y el que requiere de más habilidad. Se usa introduciendo las láminas entre el cuello de la botella y el corcho, por lo que se puede sacar el corcho intacto sin realizar ningún agujero. Se suele emplear en botellas con el corcho estropeado aunque se corre el riesgo de introducirlo hacia el interior de la botella.
- De aire comprimido
- Diseñado para aquellos que deseen métodos diferentes que no requieran de mucha habilidad. Es, a su vez, el de uso menos extendido. El mecanismo consiste en la inyección de una aguja a través del corcho y el bombeo para introducir aire hasta que el corcho salga de la botella. El inconveniente es que puede remover sedimentos y alterar el vino.
- Eléctrico
- Hecho para aquellos que quieren abrir sus botellas sin complicaciones. Este tipo de sacacorchos no requiere de habilidad ni fuerza. Tan sólo hace falta colocarlo en el cuello de la botella y accionar hasta que el corcho esté fuera de la botella. Es de uso muy sencillo, no hace falta tener conocimientos ni habilidad, pero hace falta tener batería o pilas para su funcionamiento.
Como veis, este accesorio del vino tan simple tiene múltiples versiones y, dependiendo del tipo de sacacorchos, el proceso de extracción es diferente. Así que, ahora que conoces todos los tipos, ¿cuál el sacacorchos adecuado para ti?