¿Cuáles son los beneficios del vino tinto?

Siempre hemos oído hablar de que el vino tinto puede ser beneficioso para nuestra salud, incluso muchos médicos recomiendan tomar una copa al día. Por supuesto el consumo siempre ha de ser moderado y responsable, pues no deja de ser una bebida alcohólica. A continuación, te detallamos los principales 10 grandes beneficios del vino tinto que probablemente desconocías:

Es un potente antioxidante natural: Esto ocurre gracias al alto contenido que tiene el vino tinto de resveratrol, un poderoso antioxidante que se genera en el proceso de fermentación de la uva. Esta sustancia está presente en la planta, principalmente en la piel del fruto y las semillas. A la acción de este componente también se le añade la del polifenol, un compuesto que también está presente en las nueces, la granada y en la piel de las uvas rojas y al que cada vez se le atribuyen más propiedades antioxidantes. Según una investigación publicada por el Hospital Clínico de Barcelona, estos antioxidantes podrían prevenir notablemente la aparición de problemas neurodegenerativos y de colesterol malo.

Es un buen aliado para la dieta: El consumo de vino tinto activa la función de un gen que impide la formación de nuevas células de grasa y ayuda a movilizar las existentes para ir eliminándolas poco a poco. Siempre en dosis moderadas, contribuye a reducir la obesidad y el sobrepeso. Obviamente, los resultados serán más visibles si llevamos una dieta equilibrada libre de grasas.

Mejora la función cognitiva: El vino tinto es una buena opción para mejorar  nuestros procesos cognitivos. Son muchos los estudios que demuestran que el consumo moderado de vino mejora el funcionamiento del cerebro y previene la demencia, ya que evita el endurecimiento de las arterias e inhibe la coagulación mejorando así el riego sanguíneo. Por otra parte, el reverastrol, como hemos citado antes, es un potenciador de la memoria.

Protege el corazón: Algunos estudios han concluido que los adultos que beben vino de forma moderada tienen menos probabilidad de padecer cardiopatías que aquellos que, o no beben en absoluto, o son bebedores empedernidos. Una copa al día contribuye a aumentar los niveles de colesterol bueno en sangre y previenen complicaciones cardiovasculares.

Podría reducir el riesgo de cáncer: El vino tinto podría ayudar a reducir el riesgo de cáncer de pulmón en los hombres, principalmente si son fumadores. Además, el reverastrol impide que el estrógeno derive en problemas cancerígenos en mujeres y podría bloquear el crecimiento de las células responsables del cáncer de mama.

Limpiador del paladar: Tomado durante la comida, debido a sus propiedades astringentes, el vino ayuda a percibir los sabores de una forma más intensa que otras bebidas como el agua. Reduce el sabor de las grasas de la carne y permite degustar mejor la comida.

Reduce el colesterol: El vino tinto aumenta el nivel de lipoproteínas de alta densidad HDL, lo que se conoce como “colesterol bueno”, en la sangre. Además, gracias a su poder antioxidante, vuelve inofensivo al colesterol LDL o “colesterol malo”.

 

Cuida los dientes y encías: Los polifenoles o antioxidantes naturales que contiene el vino tinto frenan el crecimiento bucal de los estreptococos y bacterias vinculadas a las caries, además del de otros asociados a la gingivitis y dolor de garganta.

Protector contra las quemaduras: Los derivados del vino y la uva pueden ayudar a reducir los efectos perjudiciales de la radiación ultravioleta. Los flavonoides, que se encuentran en el vino y las uvas, inhiben la formación de especies reactivas de oxígeno en la piel expuesta al sol.

Combate la hipertensión: Esto sucede gracias a un tratamiento crónico con epicatequina, un polifenol del vino tinto, que reduce la presión sanguínea. Se ha demostrado que beber vino tinto con moderación durante la comida reduce la presión arterial en personas hipertensas.

 

­­En definitiva, está comprobado que el vino tinto ejerce numerosos impactos positivos en nuestra salud, pero no podemos olvidar que se trata de una bebida alcohólica, por lo que siempre debemos consumirla con responsabilidad y en cantidades pequeñas.