Es probable que escuchasen alguna vez el eufemismo “pasar a mejor vida”. Normalmente utilizado para referirse a la muerte de alguien. En este caso nos referiremos al mismo para los recipientes del vino con una propuesta: la reutilización. La idea sería emplear las botellas de vidrio como elemento decorativo haciéndolas, como decíamos, pasar a mejor vida. Es decir, en lugar de acabar en un vertedero, siguen siendo útiles pero con otro fin.
¿Por qué no utilizar estas botellas de Rioja, Ribeiro o Godello para decorar las estanterías minimalistas, ahora tan en boga, de nuestros hogares?
Nos servirá, por un lado, para decorar cualquier espacio del hogar y, por otro lado, para ayudar a conservar el medio ambiente y de paso contribuir a la reutilización de los materiales que desechamos cada día.
Para ello centrémonos en las botellas de vino como un soporte espléndido para el arte decorativo. Aquellas que arrojamos en el mejor de los casos al contenedor verde, para ser recicladas, ahora podrían servir como mobiliario moderno para nuestras estanterías.
Podemos modificar el aspecto de las botellas fácilmente mediante una técnica decorativa denominada découpage, que además está muy de moda. El découpage consiste en decorar superficies con imágenes de papel o de tela recortadas y fijadas a la superficie a decorar con un barniz.
Découpage es una palabra francesa que significa recortar. En este caso, el vidrio es un material muy adecuado para simular un pintado original. Se cree que esta técnica fue aplicada por la China del medievo para decorar linternas, ventanas o cajas. Aunque viene de lejos, mucho más reciente sería pensar en el resultado que obtendría Andy Warhol a mediados del siglo pasado con la decoración de estas botellas. Este bien de consumo cotidiano sería un habitual icono de inspiración del genio americano. Pues bien, utilicemos ahora nuestra imaginación para utilizar este recipiente vítreo.
¿Cómo llevar a cabo el proceso de découpage?
No hace falta un curso de bricolaje para llevar a buen puerto la idea. Primero debemos limpiar o lijar adecuadamente la superficie. Aviso para los despistados: Se recomienda que la botella esté ya vacía 😊. Sería un error imperdonable malgastar este zumo divino para decorar un rincón de nuestro salón y no catarlo. Lo dicho, disfruten de su Ponte da Boga y luego reutilicen la botella de vidrio.
Para hacer el découpage necesitaremos un pincel de cerdas suaves, cola vinílica, barniz y, por supuesto, un material el cuál decorar, en este caso, la botella de nuestro Ponte da Boga favorito.
Ya con estos elementos localizados recortamos la ilustración con la que deseamos cubrir la botella. Rebajaremos después el pegamento con un poco de agua y lo extenderemos por la superficie vítrea. Con sumo cuidado, para evitar, burbujas indeseadas. Para ello podemos ayudarnos de una regla o de un objeto liso similar para asegurarnos de que no existen arrugas. Dejaremos secar varias horas el papel y después aplicaremos una capa de barniz especial que también deberá reposar durante algún tiempo. Es importante que estas capas finales logren que el estampado no sobresalga de la superficie demasiado.
¿Qué podemos utilizar para revestir el vidrio?
En las botellas se pueden aplicar diferentes formatos y texturas: láminas, fotografías, cromos. Sin duda, lo más utilizado son las servilletas de papel. Su multitud de formas y colores hacen de estas una buena base para el resultado final. Tienen una ventaja sobre el resto de materiales: necesita de pocas capas de barniz al ser tan finas. Pero no sólo las servilletas, únicamente depende de la capacidad imaginativa de cada uno. Piensen que la superficie de la botella es un lienzo en blanco con el que poder desarrollar cualquier diseño o pintura.
Para muchos el découpage será un doble gozo, el de acabar una buena botella de vino y , tras este placer, utilizar su recipiente para decorar su humilde morada…