Reutilizar el vidrio como fórmula decorativa es una bonita manera de reciclar y más ahora ante la necesidad de cuidar nuestro medio ambiente. En el caso de optar por transformar las botellas vacías de vino en elementos decorativos no es necesaria una extensa imaginación, tan sólo un poco de tiempo. Hay una infinidad de utilidades que darles a las viejas botellas y del mismo modo, “vestirlas” para tal empresa. El vidrio es un material camaleónico que puede similar texturas muy variadas. Se pueden hacer maravillas con ellas para decorar nuestros hogares, esto conlleva un ahorro de dinero y además tiene el plus añadido de ser de factura propia.
Las botellas pueden llegar a ser unas formidables lámparas, de techo o mesa, para nuestras habitaciones. El corte transversal de una botella de vino adornada con unos recortes en forma de flor puede llegar a ser el envoltorio perfecto de la bombilla. El color de la botella dará un ambiente más sosegado a la estancia para la que se destinará este sutil invento.
Si lo que nos gusta es el mundo vegetal para lograr una buena decoración interior, las botellas pueden ser jarrones magníficos. Se trata de una transformación fácil y sencilla. Con unas cuerdas de colores y pegamento se puede dotar al vidrio de una “piel” más acorde con las flores que albergue. Además, es muy común usar pintura de pizarra para darles un acabado diferente en el que se pueden escribir mensajes o poner lo que contienen las botellas.
Cenicero, macetero, jabonera…
Por otro lado, para aquellos que no logran dejar de fumar y que necesitan ceniceros en casa, un uso muy común es el de transformar las botellas de vidrio en recipientes para sus cigarrillos. Se debe seccionar la botella a diez centímetros de su base. Después con pintura de pizarra se viste el exterior y listo…
Otra de las ocurrencias más típicas es realizar un corte longitudinal, separando la botella en dos partes gemelas. De este modo se puede usar de macetero, rellenado su interior de tierra fértil para decorar repisas o cornisas.
Una de las acciones más divertidas y que más sorprenden a los visitantes de nuestras casas es la conversión de las botellas en jaboneras para el baño. Para ello habrá que comprar únicamente el dispensador y adaptarlo al cuello de la botella.
La imaginación puede hacer de estas botellas el mejor recurso para la decoración interior y exterior de nuestros hogares ya que la variedad de usos es infinita, sólo depende de nosotros.
Para los que tengan un buen tejado a dos aguas, o un porche bajo y quieran escuchar los estridentes cantos de los pajarillos qué mejor que un comedero moderno a base de vidrio. Un simple agujero en la parte inferior y una plato de cerámica pegado a la base de la botella y lleno de semillas atraerá a cientos de cantarines alados.
También, para los más dados al arte decorativo se puede lograr un mural interior conformado por los culos de botella pintados de diferentes colores y sesgados de su cuerpo principal. Así, pegados a la pared se pueden combinar simulando las teselas de un mosaico romano…
Otra de las fórmulas de reutilización más recomendadas para los amantes de la naturaleza, aquellos que suelen vivir en el ámbito rural, es la fabricación de velas repelentes de insectos. El conocido aceite de citronela se introduce en la botella junto con unas piedras de colores. Ahora sólo faltaría pintarlas con unas líneas de color (con pintura especial para vidrio) y unos tapones que dosifican el aroma que rechazará a los cansinos mosquitos.