No cabe duda que entre las piedras de Santiago se esconde algo más que las notas de los músicos del Obradoiro. Por ejemplo, sabores y experiencia, el buen hacer culinario.
En una de las calles más conocidas de la capital, la calle de las Galeras, nos encontramos con el Restaurante Don Quijote. Con decoración clásica y elegante y un claro protagonismo de la obra pictórica de autores de la tierra, el restaurante cuenta ya con 35 años de experiencia. Don Quijote ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin olvidar aquello que ha hecho de su trabajo todo un éxito: buen producto y trato exquisito.
Detrás (o delante) de todo libro de caballerías siempre hay un caballero. Ante la imposibilidad de que el restaurante hablase por si mismo, lo hemos hecho con el hostelero que lo ha visto crecer, el propietario del mismo, Manuel García…
PdB.- Casi cuatro décadas ahí. Se dice rápido pero, no es fácil conseguirlo. ¿Cómo fueron los inicios de Don Quijote?
Manuel García.- Abrimos el restaurante el 6 de Enero de 1977; en aquellos tiempos todo era un camino de rosas para los negocios, los clientes sólo pensaban en comer bien, no miraban los precios; yo me levantaba todos los días a las 7 de la mañana para subir al mercado a comprar los mejores pescados y mariscos. Ahora todo ha cambiado, el cliente mira mucho más el precio y se retrae más a la hora de gastar.
PdB.- En estos años, la hostelería ha cambiado pero la sociedad también. Si los unimos a los dos, ¿cuáles dirían que son los principales cambios que se han dado en cuanto a comportamiento, gustos… de la gente en los restaurantes?
MG.- Aunque los gustos de la gente han cambiado, lo que más ha cambiado ha sido la situación económica; la clase media en España, que es la que realmente mueve los negocios ha sufrido un bajón tremendo, no hay una clase media con un fuerte poder adquisitivo, con lo cual quedan una clase alta reducida y una clase más pobre cada día mayor.
PdB.- Don Quijote se encuentra próximo a la Alameda, en una de las calles más conocidas de Compostela. ¿Esta buena situación favorece la afluencia? ¿Cuál es el principal tipo de cliente de Don Quijote?
MG.- No estamos situados al lado de la Catedral ni en una zona de mucha afluencia de gente, estamos en la calle Galeras número 20 de Santiago de Compostela y aunque son sólo cinco minutos a pie desde la Catedral, hay que venir a propósito, por tanto los clientes vienen a nuestro restaurante más que nada por el boca a boca y por una razón: la calidad del producto. Entre la clientela del restaurante hay un poco de todo, trabajamos mucho con particulares y con empresas y algo menos con la Administración.
PdB.- Aunque también, ¡en Santiago hay muchísima competencia gastronómica! ¿En qué se diferencia el Don Quijote de los demás locales? ¿Cuál es su fuerte?
MG.- Nuestro elemento diferenciador son nuestras especialidades y nuestro servicio, el cliente que viene a nuestra casa sabe lo que quiere.
PdB.- ¿Qué se puede degustar? ¿Cuál es la especialidad del restaurante? ¿Coincide con lo más demandado, el plato que si se prueba, se repite?
MG.- Tenemos como especialidad el cochinillo, que asamos todos los días, también nuestros arroces, como el arroz con bogavante y como no el chuletón de carne roja de vaca y de vez en cuando de buey de verdad. También trabajamos bien el marisco y organizamos jornadas gastronómicas a lo largo del año: lamprea, angulas, cocido gallego, bonito, caza, …
Un plato con el que la gente queda encantada y siempre repite es el lomo de lubina salvaje asado al horno con patatas panadera, que realmente es una delicia en todos los sentidos.
PdB.- Y en cuanto a vinos, en Don Quijote tienen gran variedad para elegir… Entre ellos, está Ponte da Boga. ¿Con qué lo suele combinar más la gente?
MG.- La gente lo suele pedir sobre todo para acompañar cualquier tipo de carne, aunque personalmente creo que marida estupendamente con el cochinillo, el cocido o la lamprea.
PdB.- Nos llama la atención que tienen hasta vino australiano, ¿por alguna razón en particular? ¿Cómo es este vino?
MG.- Tenemos un par de vinos australianos en la carta porque yo estuve emigrado en Australia durante 12 años y esto supone un tributo a esta parte de mi vida. Uno de ellos es una mezcla de Cabernet y Syrah muy aromático con poca crianza pero suave y muy fácil de beber, mientras que el otro es un monovarietal de Syrah con más potencia aromático y gustativa, con un sabor más intenso.
PdB.- Y en cuanto postres… ¿También los encontramos «en otra lengua»?
MG.- Nuestra especialidad son las filloas caramelizadas y flambeadas al Grand Marnier aunque también tiene mucho éxito nuestra tarta de queso casera, muy suave y agradable.
PdB.- Últimamente nos comentan en los restaurantes que visitamos que la gente ya no consume tanta cantidad de comida, es decir, que de tomar un 1er, 2do y 3er plato, se ha pasado a sólo 1 o 2 o a compartir. ¿Esto también ocurre en Don Quijote?
MG.- Es verdad que las costumbres han cambiado, posiblemente la economía tiene la culpa, y aunque se nota esta tendencia a consumir menos, la mayor parte de nuestros clientes sigue comiendo uno, dos, tres y hasta cuatro platos.
PdB.- Con la próxima subida del IVA la hostelería se va a ver afectada. ¿Qué expectativas tienen? ¿Piensan tomar algún tipo de medida para contrarrestar el impacto en los bolsillos?
MG.- Sobre la subida del IVA creo que un cliente que puede pagar 100 € por una comida también puede pagar 102 €; de todas formas este incremento en nuestra casa lo asumieremos nosotros para que nuestros clientes no se vean afectados.
PdB.- ¿100 euros sería el precio medio?
MG.- En nuestro restaurante se puede comer desde un menú concertado desde 25 € y luego comer a la carta depende mucho de lo que se quiera comer y beber entre 40, 50, 60 o 100 €, depende de lo que se coma. La media está en torno a unos 40-50 € por persona.
PdB.- En el Don Quijote se pueden celebrar todo tipo de eventos, ¿no es así? ¿Cuáles son los más habituales y qué servicios se ofrecen?
MG.- En nuestro local hacemos todo tipo de eventos: comidas para grupos, cruceros, reuniones de empresa y congresos son nuestra especialidad; aunque organizamos también todo tipo de eventos familiares: bautizos, comuniones, bodas…
PdB.- Mencionaba antes las jornadas gastronómicas…
MG.- Sí, organizamos dos tipos de jornadas gastronómicas: unas de productos estacionales como puede ser la lamprea, angulas, cocido, bonito, caza, … y otras de productos populares como el bacalao.
PdB.- En todos estos años, seguramente, habrá miles de anécdotas e historias… ¿Podrían contarnos una de ellas, la primera que se les venga a la mente?
MG.- Anécdotas miles, pero lo mejor es lo que me dijo una vez una clienta que goza de 5 Estrellas Michelín, que lo más importante es cuidar el producto, que sea siempre el mejor, que lo demás viene solo.
PdB.- ¡A ella le han venido 5! A nuestros lectores les vendría bien una receta propia, para preparar con alguno de nuestros vinos, ¿sería posible?
MG.- ¡Claro! Una receta riquísima que preparamos en nuestro restaurante con el Mencía Ponte da Boga son las carrilleras de cerdo ibérico. Ahí va la receta:
Ingredientes:
-Aceite de oliva.
-Cebolla.
-Ajo.
-Pimiento verde.
-Vino Ponte da Boga Mencía.
-Carrilleras de cerdo ibérico.
-Nata.
-Sal.
-Pimienta negra molida.
-Caldo de carne (si no se dispone puede usarse agua.
-Patatas pequeñas.
Preparación:
En una olla se sofríe el aceite la cebolla, el ajo y el pimiento verde todos ellos cortaditos; se enharinan las carrilleras y se doran un poquito en la olla donde tenemos los vegetales; se añade un buen vaso de Ponte da Boga y caldo de carne (o agua) suficiente para cubrir las carrilleras.
Se cuecen las carrilleras aproximadamente una hora a fuego lento, aunque cuando lleve media hora se añaden las patatas pequeñas peladas y un poco fritas. Se emplatan tres o cuatro carrilleras por persona junto con unas patatitas y se salsea con el caldo de la cocción de las carrilleras reducido y enriquecido con un poco de nata.
¡Y a comer!
Restaurante Don Quijote
Calle Galeras 20
15705 SANTIAGO / Fax: 981 57 29 69
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